viernes, 28 de febrero de 2020

Ley de 1834



La ley de 1834 consistía en un sistema de ayudas para pobres que, con el tiempo, se convirtió en una medida en la que se obligaba a los pobres a trabajar en condiciones pésimas y muy duras a cambio de dichas ayudas.
La ley se basó en dos principios: el aislamiento, que implicaba el encierro de los pobres en asilos donde se ofrecía protección y alimentación como una forma de disuadir al resto de gente de sus efectos despreciables; y, además, la escasa opción de elección, criterio por el cual los indigentes debían demostrar que estaban en una posición de desventaja en relación con los trabajadores independientes no aislados.
Algunas personas aceptaron sin dudar esta ley, puesto que creían que sería una buena manera de reducir el coste que requería cuidar a los pobres, de sacar a los mendigos de la calle y de animar a estas personas a trabajar duro para mantenerse.

Por otra parte, la ley de 1834 obligaba a los huérfanos menores de quince años a quedarse en estos centros hasta sobrepasar tal edad. Precisamente, el personaje Oliver Twist, creado por Charles Dickens, nació en uno de ellos y allí fue maltratado en muchas ocasiones.

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