jueves, 30 de abril de 2020

TEMORES

Esta pared blanca sobre la que el cielo hácese a sí mismo:
infinita, verdad, intocablemente intocable.
Los ángeles se bañan en ella, y las estrellas igualmente, en indiferencia también.
Mi medio son.
El sol se disuelve contra esa pared, desangrándose de sus luces.

Gris es la pared ahora, desgarrada y sangrienta.
¿Como salir de la mente?
Los pasos a mi zaga concéntranse en un pozo.
Este mundo carece de árboles y de pájaros,
solo hay agrura en él.

La pared roja no hace más que sobresaltarse:
un puño rojo se abre y se cierra,
dos papelosas bolsas grises:
he aquí mi materia, bueno: y terror también
a que llévenme entre cruces y una lluvia de lástimas.

Irreconocibles pájaros en una pared negra:
torciendo el cuello.
¡Esos sí que no hablan de inmortalidad!
Dos frías balas muertas se nos aproximan:
con mucha prisa vienen.
Autor del poema: Sylvia Plath




Escogí este poema ya que el título me pareció muy intrigante. Cuando lo leí sentí sentimientos muy distintos pasando de la tranquilidad a la tensión que va en aumento y culmina en la última estrofa y luego un gran vacío  negro.
En este poema Sylvia plasmo todos sus pensamientos mencionando las paredes grises y como se va volviendo desgarrada e intensa. Nos comenta de que no hay cosas que le traigan paz si no que todo es un caos que la hace sentir intranquila y como en un rincón de su mente analiza que hasta las cosas en su cabeza que supuestamente están al margen de todo esto , ella las impregna con este sentimiento.
En la última estrofa nos dice como ya no hay una pared roja, si no que ya no hay nada, es una pered negra con dos pájaros haciendo de un símil o animalización de las balas.
.Esto es lo que deducí que Sylvia nos intentaba trasmitir desde sus poemas.












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